domingo, 17 de enero de 2016

Abuso Sexual

Es difícil determinar qué tan común es el abuso sexual de niños, dado que es más secreto que el maltrato físico. Con frecuencia, los niños temen comentarle a alguien el hecho y muchos casos de abuso no se denuncian.
Los abusadores generalmente son hombres que tienden a conocer a la persona de la que están abusando. El abusador viola la confianza de la persona más joven, lo cual hace que el abuso sexual sea aun más devastador.
El abuso sexual de niños ocurre en todas las clases socioeconómicas y tiene el mismo tipo de factores de riesgo que el maltrato físico infantil, como:
Los abusadores algunas veces tienen antecedentes como víctimas de maltrato físico o abuso sexual.
Un pequeño grupo de abusadores repetitivos sufre del trastorno psiquiátrico llamado pedofilia, en el cual su contacto sexual preferido es con niños.



Síntomas

Los síntomas del abuso sexual de niños son similares a los síntomas que se observan en la depresión o en la ansiedad severa y el nerviosismo, y pueden abarcar los siguientes:
Los niños abusados pueden:
  • Mostrar comportamientos perturbadores, tales como consumir alcohol y drogas psicoactivas o involucrarse en comportamientos sexuales de alto riesgo
  • Tener un rendimiento escolar deficiente
  • Tener miedos excesivos
  • Apartarse de las actividades normales

Pruebas y exámenes

Si se sospecha que un niño ha sido abusado sexualmente, éste debe ser examinado lo más pronto posible por un profesional médico capacitado. La mayoría de los pediatras, muchos médicos de familia y la mayoría de los médicos emergenciólogos tienen entrenamiento para examinar casos que involucren abuso sexual.
No demore el examen por parte de un médico por ninguna razón, dado que muchos signos de lesiones relacionadas con el abuso sexual son temporales. El examen debe hacerse dentro de las 72 horas después del hecho o de su descubrimiento.
Siempre se debe practicar un examen físico completo, de tal manera que el examinador pueda buscar cualquier tipo de signos de maltrato físico o abuso sexual, ya que las dos formas de abuso pueden coexistir.
Las áreas afectadas pueden abarcar la boca, la garganta, el pene, el ano y la vagina, incluyendo el himen, una delgada pieza de tejido que cubre la abertura de la vagina que puede ser afectada por el abuso sexual.
El médico también puede ordenar exámenes de sangre para verificar la presencia de enfermedades de transmisión sexual, como sífilis y VIH, y verificar si hay embarazo en las mujeres. Estos exámenes pueden ayudar a determinar el tratamiento.
Las fotografías de las lesiones pueden ayudar a establecer lo que sucedió. Es sumamente importante anotar los síntomas debido a cualquier forma de maltrato infantil.
Cuando se le reporta a la policía o a los servicios de protección infantil un presunto abuso sexual de un niño, automáticamente se programa un examen. Después del primero, se programa un segundo examen con un experto en este campo. A través del programa de servicios de protección infantil en cualquier parte de los Estados Unidos, se puede encontrar un médico o enfermero especializado.

Imagen de Google



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